domingo, 11 de diciembre de 2011

La vida dentro de las fábricas:

Por sus grandes dimensiones, las fábricas reunían en unos cuantos cuartitos  una gran cantidad de obreros. En estas fábricas las relaciones de producción eran más anónimas, carentes de cualquier participación afectiva y personal. El dominio patriarcal (patrones) era muy dominante para así mantener la autoridad. Esto influiría con la aparición de huelgas en el mismo año de su creación.
En ambas fábricas la mayoría de los obreros eran hombres y sólo el 5% eran mujeres; por lo que ganaban en promedio el 48% menos que los hombres y muchas veces eran objeto de abusos y acosos por parte de los capataces.
Durante el Porfiriato los obreros del Valle de Orizaba trabajaban en la fábrica en promedio 12 horas diarias. El silbato de la fábrica sonaba dos veces muy temprano por la mañana, a las 5:30 am y a las 6:00 am. Los obreros tenían diez minutos para estar en sus puestos de trabajo, después de la segunda llamada. Disponían de media hora de descanso entre 8:00 y 8:30 am para desayunar y una hora de descanso entre la 1:00 y 2:00 pm en la que salían de la fábrica para ir a comer. La jornada de trabajo terminaba a las 8:00 pm y los sábados a las 5:00 pm; los domingos eran días de descanso. Algunas veces las fábricas tenían un turno nocturno que iba de 8:00 pm a 6:00 am y sin descanso. Cabe mencionar, que su sueldo estaba determinado por el número de metros o kilos producidos semanalmente.
A menudo se aplicaba multas a los trabajadores por hablar con un compañero, por jugar, reír o por leer el periódico.

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